Breitling

Como ocurre con muchas marcas de relojes premium presentes en todo el mundo hoy en día, todo comienza en un pequeño taller de relojería. Léon Breitling, un joven de 24 años hijo de padres de origen alemán, funda su empresa en 1884 en Saint-Imier, en el Jura bernés, poco después del desarrollo del "aparato de vuelo normal" de Otto Lilienthal, el primer avión que se produjo en serie y que tuvo (al menos) 9 compradores. Los planes de Breitling son ambiciosos desde el principio: quiere desarrollar instrumentos de precisión exclusivos para sectores especializados en la industria, la investigación, el deporte, el ejército y la ciencia. Ya en 1892, Breitling se traslada a espacios más grandes en La Chaux-de-Fonds, la cuna de la relojería suiza. Su época está marcada por la creciente pasión por la velocidad y la competencia deportiva. Sin embargo, los cronómetros aún se controlan a través de la corona de cuerda. Pero Léon Breitling revolucionará la medición del tiempo. La especialización en cronógrafos genera en 1915 el primer "pulsera cronógrafo" con manecillas de cronógrafo y contador de 30 minutos, en 1923 el primer pulsador de cronógrafo independiente y en 1934 un segundo que, con la opción de reinicio a 0, catapultó la medición del tiempo a la modernidad. Breitling ahora ofrece más de 40 modelos diferentes de cronógrafos en su portafolio y hasta hoy su modelo más exitoso es un referente para cada cronógrafo moderno.

Breitling de última generación: 2000 metros de profundidad no son un problema, incluso en la oscuridad más profunda de los océanos, su dinámico dial con aplicaciones de números inclinados y su equilibrada combinación de colores sobre un fondo negro muestran la hora de manera muy confiable. Las diferencias de presión dentro y fuera de la caja de 44 mm de oro y acero son compensadas por una válvula de seguridad. Con una reserva de marcha de 40 horas, la corona atornillada, cristal de zafiro abombado y antirreflejante por ambos lados, y el bisel giratorio unidireccional con bloqueo, la serie Breitling Superocean es una estrella tanto bajo el agua como en tierra. La "Breitling a medida" se adapta a deseos individuales.

Ya antes de que Breitling se convirtiera en productor y proveedor de la Royal Air Force en 1936, su pasión por los relojes de a bordo y los instrumentos de aviación militar ya había comenzado. Pero ahora es el momento adecuado: el Breitling Chronomat de 1942 se convierte en el cronómetro oficial de la US Army Air Force. Hoy en día, más de 30 aerolíneas civiles en todo el mundo confían en él. Y a partir de la presentación del Breitling Navitimer en 1952, la reputación de la marca como especialista en relojes de aviador queda establecida. Además: el 24 de mayo de 1962, el Breitling Cosmonaute da la vuelta a la Tierra con el astronauta Scott Carpenter en la cápsula espacial Aurora. En 1969, en una colaboración - mantenida en estricta confidencialidad - con Hamilton-Büren y Heuer-Leonidas, se logra el primer cronógrafo con autoventilación. Un triunfo. Una creación innovadora, compuesta por un cronógrafo y un movimiento automático llamado "Chronomatic", es recibida con entusiasmo durante su presentación simultánea en Nueva York, Hong Kong, Beirut y Ginebra. También en los modelos de Breitling Co-Pilot Automatic, Chronomat Automatic y Navitimer Automatic, los movimientos son los Calibre 11, 12, 14 y 15. El torbellino de la crisis del cuarzo, que arrasó toda la industria relojera, también sacudió los cimientos de la manufactura Breitling. En 1984 - ya bajo el nombre de Breitling Montres y con el nuevo director Ernest Schneider - el Chronomat contribuye significativamente al renacimiento del cronógrafo. Con el Breitling Emergency, un cronógrafo multifuncional con transmisor de emergencia, se marca en 1995 una hora histórica en el desarrollo del reloj de aviador. Sus señales pueden ser localizadas en la frecuencia 121,5 MHz, válida en la aviación. Con el desarrollo del Montbrillant, Breitling rinde homenaje al histórico vuelo de los hermanos Wright del 17 de diciembre de 1903, que se considera el inicio de la aviación.

La inicial alada B del logo de Breitling visualiza de manera tan destacada como el inconfundible diseño de los relojes Breitling la autopercepción de la empresa como proveedor preferido de la aviación militar y civil. Una afirmación que se materializa en el Breitling Jet Team, el mayor equipo de acrobacias aéreas civiles de Europa. También la Copa Mundial Breitling, creada en colaboración con la Federación Internacional de Aeronáutica, es un homenaje a la aviación. En la Academia Breitling, los candidatos que cumplen con los altos requisitos de entrada realizan un curso básico de piloto. Breitling continúa apostando por acciones espectaculares. Con el "Breitling Orbiter", Brian Jones y Bertrand Piccard dan la vuelta al mundo en un globo aerostático. ¡Desde el lanzamiento el 1 de marzo de 1999 en Suiza hasta el aterrizaje el 21 de marzo de 1999 en Egipto sin ninguna escala! El titán de los relojes no duda en mostrar su fuerza: incluso la última Super Constellation del mundo, aún autorizada para vuelos de pasajeros, es patrocinada por Breitling. Y el escuadrón de vuelo "Breitling Fighters", que él fundó, recrea situaciones de combate auténticas en eventos aéreos internacionales con leyendas de aviones militares como el Mustang, el Spitfire, el Kittyhawk, el Corsair, el Yakovlev y el Messerschmitt. No se puede mostrar una pasión por la aeronáutica de manera más ofensiva. Breitling no solo es un sinónimo de dominio técnico máximo y diseño excepcional para aviadores y buceadores. Breitling conecta a deportistas extremos y de élite, estrellas de cine, pilotos de carreras, astronautas y fabricantes de automóviles con aficionados a los relojes que tienen un gran respeto por la calidad excepcional en relojes de lujo. Por cierto, se dice que los pilotos representan un grupo de compradores relativamente marginal con un 8% del volumen de Breitling. Sin embargo, la imagen de audacia y pionerismo permanece asociada a Breitling y se transfiere a quienes los llevan.

Para su modelo Continental GT lanzado en 2002, el exclusivo fabricante de automóviles Bentley confió por primera vez en el apoyo de una manufactura de relojes, pero no en cualquier una. Por supuesto, fue Breitling quien dejó su huella en la instrumentación técnica a bordo del modelo Bentley más potente hasta ese momento. Los cronógrafos "Breitling para Bentley" en oro, acero o titanio que surgieron de esta colaboración respiran perfección, nobleza, belleza y atención al detalle. Un estilo de vida refinado bajo el signo de la B alada!